martes, 6 de octubre de 2009

A un gran hombre





Hombre de espalda firme


vas caminando rápido,


vas mirando el cielo,


a paso firme chocas con piedras,


más el caerte ya no es un riesgo que debes correr,


has sorteado noches,


has mirado muchos ojos


has tocado piel y sigues en el mismo camino.


El frío invierno se transformó en nostalgia,


en lluvia de tus ojos claros


pequeñas gotas de ayer


que no se nota por la neblina,


tus manos enormes aplauden sueños


tus piernas larga se acomodan al mundo,


más tu alma de universo sueña con caminar lento,


con mirar hacia atrás


y descubrir el avance de tus esfuerzos,


de criar hijos y malcriar nietos,


de besar tu amante en plena noche de primavera,


en construir un castillo,


plantar un árbol


y tener cuantos hijos te de la vida.


Hombre grande


en tus ojos aparece claro


al niño dulce que se arranca de tu alma.





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